Hoy en día, el ritmo de la vida suele ser tan acelerado que tenemos poco tiempo para voltear hacia el cielo y observar su belleza. Aquella mañana el azul era impresionante y profundo, y las nubes parecían literales pinceladas de un artista surrealista.
Monterrey, Nuevo León, México
Diciembre, 2007.
2 comentarios:
Muy buena toma!
Saludos.
Qué bueno que te gustó Angélica. El cielo es tan hermoso por sí mismo que siempre da la fotografía perfecta.
Recibe un abrazo.
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