Una de las más hermosas tradiciones mexicanas es el festejo de Día de Muertos. Cada año el 1 y 2 de noviembre, la República entera se ve plagada de flores y colores durante dos días.Las casas, cementerios y atrios de iglesias se llenan de gente que acude a ver las ofrendas para honrar a los muertos. Se acostumbra hacer calaveras de todo tipo de materiales como cartón, papel y hasta azúcar y chocolate, que se regalan como muestra de cariño.
Se dice que el día 1° es cuando regresan las almas de los niños y entonces es día de los "Santos Inocentes" y el día 2 regresan las almas de los adultos a deleitarse en su ofrenda personal con fruta, dulces, comida, cigarros, en fin, todo lo que al muertito le gustaba en vida.
Por las noches, las tumbas se iluminan a la luz de las velas y se llenan de color con flores de zempazuchitl de un intenso color amarillo, al tiempo que el humo del incienso y el copal proveen una atmósfera de misticismo al ritmo adormecedor de la oración de los fieles...
¡Es una fiesta realmente única que sólo en México se puede disfrutar!
Tepotzotlán, México.
Noviembre, 2007.
1 comentario:
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